Todo estaba cuidadosamente preparado. Rockstar Games había elegido una fecha y una hora para el gran anuncio, el tráiler del juego que a bien seguro supondrá un punto de inflexión en el mundillo de la cultura y del videojuego. Más de una décadas después del lanzamiento de Grand Theft Auto 5, la desarrolladora se disponía a revelar GTA 6, aunque de nuevo, los planes se fueron al traste antes de tiempo. No es que la filtración del tráiler haya hecho mella en los números, ya que solo en YouTube cuenta con más de 175 millones de visualizaciones, ¡casi nada! El estudio fue capaz de reaccionar rápido y de revertir una situación delicada.
Más allá de Rockstar, se han producido otras grandes filtraciones:
GTA 6, la filtración de una build antigua y del tráiler
En septiembre de 2022 estalló la bomba. Rockstar Games reconoció haber sufrido “una intrusión” en su sistema, por lo que personas no autorizados descargaron “de forma ilegal” información sensible de los servidores de la compañía. En total aparecieron más de 90 vídeos de una build antigua, que se difundieron por la red, algo que desde el estudio calificaron de “decepcionante”. Como cabría esperar, pusieron todo en manos de las autoridades, que llegaron a detener al autor material de los hechos. Arion Kurtaj, un joven que entonces no había cumplido los 18 años, fue imputado con 12 delitos, incluyendo chantaj y fraude, si bien no ha podido ser juzgado porque los psiquiatras determinaron que no era apto para ello.
La filtración del tráiler no tiene nada que ver con la de aquella build prematura. Rockstar no ha informado sobre la identidad del culpable, pese a que algunas fuentes apuntan al hijo de un veterano empleado de la desarrolladora. ¿Hasta qué punto ha afectado la filtración? Según Strauss Zelnick, consejero delegado de Take-Two Interactive, más bien poco: “En lo que se refiere a la filtración, siempre es decepcionante para el equipo, pero al final no nos ha hecho daño”.
Xbox filtra sus propios papeles y se desvelan supuestos planes multiplataforma
La división liderada por Phil Spencer ha atravesado unos días difíciles. Las filtraciones sobre el lanzamiento de juegos como Hi-Fi Rush y Sea of Thieves en otras consolas han alimentado el debate en las redes sociales. Se da por hecho que varios títulos saldrán en PS5 y Nintendo Switch, pero se desconoce cuál será el alcance, a pesar de los comentarios sobre Starfield e Indiana Jones y el Gran Círculo. Xbox ha reaccionado y ha anunciado un podcast en el que compartirán la visión de futuro de la marca.
La filtración masiva se produjo, sin embargo, durante la contienda judicial entre Xbox y la FTC a colación de la compra de Activision Blizzard. Los de Redmond publicaron por error documentos internos confidenciales, que sacaron a la luz planes y proyectos como DOOM Year Zero, Dishonored 3 o Fallout 3 Remastered, además de emails y otros documentos. Con todo, el propio Phil Spencer advirtió de que esos archivos eran antiguos, de manera que ya no se correspondían con la realidad del momento: “Hemos visto la discusión sobre antiguos emails y documentos. Es complicado descubrir que el trabajo de los equipos ha sido compartido de esta manera porque [la situación] ha cambiado un montón. Hay mucho por lo que emocionarse ahora mismo y en el futuro. Compartiremos nuestros planes reales cuando estemos preparados”.
Insomniac Games hackeada, un robo en toda regla
Un caso tan grave como el de Rockstar Games fue el de Insomniac Games, más todavía porque los ladrones se hicieron con información personal de empleados y extrabajadores del estudio. Tras un intento fallido de extorsión (pedían 2 millones de dólares), el grupo de hackers Rhysida difundió casi 2 TB de información, que contenía documentos, fotos e incluso una build antigua de Marvel’s Wolverine, el próximo gran proyecto del estudio. También había datos sobre futuras secuelas de Marvel’s Spider-Man 2 e incluso un nuevo juego ambientado en el universo X-Men.
Los ataques de hackers han sido habituales en los últimos meses. Varias empresas como NVIDIA, Microsoft, Capcom y Ubisoft han sido víctima de estos delincuentes, que aprovechan brechas de seguridad para acceder a información confidencial, muchas veces con el objetivo de conseguir rédito económico.